Las recientes pandemias han llevado a la gente a encerrarse en sus casas y a cambiar repentinamente sus hábitos y estilos de vida. Esta nueva situación a la que nos enfrentamos puede provocar problemas de salud mental (estrés, depresión, ansiedad) y otros problemas derivados de la falta de actividad física.
Las personas mayores son las
que corren más riesgo de sufrir esta pandemia, especialmente aquellas con
problemas de salud preexistentes, que tienen más probabilidades de desarrollar
síntomas más graves si se infectan. Para este grupo de personas, el ejercicio
no sólo es recomendable, sino imprescindible.
Ayuda a la autosuficiencia
Recuerde que el ejercicio
regular mejora la movilidad, la salud cardiorrespiratoria y preserva la calidad
de vida, es decir, mejora el funcionamiento y previene la fragilidad en este
grupo de personas, permitiéndoles ser independientes en la vida diaria.
Las personas mayores siempre
pueden beneficiarse de la actividad física y muchas de ellas ya lo hacen
entrenando en diferentes tipos de instalaciones deportivas. El problema surge
cuando no podemos salir de casa o, en el caso de las personas mayores que ya
han tenido dificultades para desplazarse, cuando es difícil salir. Todas estas
personas podrían beneficiarse del ejercicio.
Será beneficioso desde el
punto de vista muscular, ya que aumentará la fuerza y nos facilitará la
realización de actividades cotidianas como subir escaleras, sentarse y ponerse
de pie, lo que aumentará el nivel de independencia o, al menos, lo mantendrá estable
durante más tiempo. Además, podríamos ver esto como una oportunidad para
"involucrar" a aquellos que no son conscientes de la importancia de
la actividad física.
Ejercicio en familia
Por otro lado, en los casos en
los que hay varias generaciones en prisión, abuelos, hijos y nietos, es una
oportunidad para hacer ejercicio con ellos y pasar más tiempo haciendo
actividades juntos.
A la hora de diseñar un
programa de ejercicios, es necesario conocer el nivel de referencia para
adaptar adecuadamente el tipo de ejercicio realizado y la cantidad de trabajo
efectuado. Es decir, debemos conocer nuestra condición física para poder
realizar entrenamientos lo suficientemente intensos como para mejorar nuestra
salud, pero no tan exigentes como para causarnos lesiones o problemas
posteriores.
Una aplicación creada por un investigador
Para quienes tengan un
teléfono móvil con acceso a Internet, recomendamos la aplicación Vivifrail: una
aplicación gratuita creada por un investigador español. Evalúa el nivel de
forma física de las personas mayores y luego les ofrece un programa de
entrenamiento según su nivel básico. Es muy fácil de usar y todo el equipo
necesario se puede encontrar en su sitio web.
Por otro lado, para aquellos
que no tienen acceso a Internet o a un teléfono móvil, hemos adjuntado un
programa de formación para personas mayores para que puedan formarse en casa
según su nivel. Todos los ejercicios pueden realizarse sin equipo o utilizando
bolsas de arroz, botellas de agua u otros objetos que se te ocurran como pesas.
Hojas de ejercicios
Aviso previo.
El número de repeticiones es
aproximado y debes hacer el mayor número posible (es decir, un esfuerzo de 5-6
sobre 10). No buscamos que estos ejercicios nos provoquen una gran fatiga, sino
que mañana seamos mejores que hoy. Con el tiempo, nos daremos cuenta de que
somos capaces de hacer más repeticiones de cada ejercicio, o que estamos
preparados para pasar al segundo nivel.
Al realizar este trabajo sin
supervisión, es importante asumir que ningún ejercicio debe causarnos dolor,
para no ponernos en riesgo de lesión.
PRIMER NIVEL: PERSONAS MAYORES CON
MOVILIDAD LIMITADA.
Haz de 8 a 15 repeticiones de
cada ejercicio (según tu capacidad). Después de completar un ejercicio, pasa al
siguiente y completa 2-3 vueltas al circuito.
Flexión y extensión del cuádriceps femoral.
Sentado con los dos pies en la
colchoneta, extiende una pierna y vuelve a la posición inicial. Después de
completar el número de repeticiones especificado, cambia de pierna.
Biceps.
En posición sentada, sujete un
objeto de aproximadamente 1 kg (botella de agua, paquete de arroz, etc.), doble
y estire los brazos y utilice los codos como anclaje. Entonces cambia de brazo.
Fondo lateral.
Sentado con la espalda recta,
inclínese hacia un lado y utilice las manos para apretar la parte exterior de
la pierna con toda la fuerza que pueda sin esforzarse.
Haz círculos en el sentido de las agujas
del reloj con cada pierna.
Mientras está sentado, levante
ligeramente una pierna mientras apoya la otra en un círculo en el sentido de
las agujas del reloj. Entonces cambia de pierna.
Escurre la toalla.
Mientras está sentado, apriete
la toalla con ambas manos como si la estuviera escurriendo. Trabaje de derecha
a izquierda y luego viceversa.
Ponte de pie y siéntate en una
silla con la ayuda de un familiar.
Con el apoyo de un familiar,
levántate y siéntate en una silla.
Precaución. Este ejercicio
puede ser más agotador que el anterior, así que hazlo más o menos veces, según
tu capacidad.
Abre los brazos y abrázate a ti mismo.
Siéntate y abre y cierra los
brazos como si te abrazaras a ti mismo.
Es importante adaptar la
respiración al ejercicio que se realiza. Consejo. Suelta el aire durante la
parte del ejercicio en la que realizas el mayor esfuerzo.
Muévete y estírate al final
del ejercicio, por ejemplo, estirando los brazos hacia arriba y estirando las
piernas inclinándolas hacia delante.
SEGUNDO NIVEL. MAYORES INDEPENDIENTES.
Haz de 8 a 15 repeticiones de
cada movimiento (dependiendo de tu capacidad). Una vez que hayas completado un
ejercicio, pasa al siguiente, completando 2 o 3 rondas del circuito.
De pie y sentado en una silla.
Sin ayuda o agarrando
suavemente sobre una mesa.
Precaución. Es importante
estar seguro durante este ejercicio. Hay que apoyar la silla en la pared para
evitar una posible caída.
Tablero de empuje en la pared.
Nos ponemos de pie y apoyamos
las manos en la pared para simular que hacemos flexiones. Para ello, nos
agachamos y extendemos los brazos. Cuanto más lejos estés de la pared, más
difícil será.
Nota: En este ejercicio es
importante mantener el cuello relajado y la espalda recta.
Extensión HIP.
De pie, sujétese a una silla o
mesa y extienda la pierna hacia atrás. A continuación, haz la misma repetición
con la otra pierna.
Precaución. No doble la
espalda.
Strake.
Colóquese ligeramente
inclinado y ponga la mano que no trabaja sobre la mesa. Sujeta un objeto (una
botella de agua, un kilo de arroz, etc.) con la otra mano y tira del objeto
hacia arriba para que el brazo quede lo más cerca posible del cuerpo,
levantando el codo.
Doblado por el gluten.
Túmbese de espaldas con los
dos pies apoyados en el suelo, levante las caderas del suelo y vuelva a esta
posición.
Precaución. No debe sentir
ningún dolor en la parte baja de la espalda. Si sientes dolor, puede ser porque
tus pies están demasiado separados.
Delante De Ti Hay Raises.
Sujeta un objeto en cada mano
y ponte de pie con los brazos estirados a lo largo del cuerpo, levantando los
brazos rectos y sin llegar a los hombros.
Precaución. Es importante que
el cuello permanezca relajado durante todo el movimiento.
Caminando por los pasillos.
Para mejorar la coordinación,
en lugar de caminar en línea recta, coloque objetos como rollos de papel en el
suelo y evítelos.
Es importante adaptar tu
respiración al movimiento que estás realizando. Un consejo es soltar el aire
durante la parte más agotadora del movimiento.
Termina el ejercicio con
flexibilidad y estiramientos, por ejemplo, estirando los brazos hacia arriba e
inclinándote hacia delante para estirar las piernas.
Por último, nos gustaría
añadir que la actividad física para este grupo de personas debe ser planificada
y supervisada únicamente por un científico del deporte. Sin embargo, en este
caso es muy importante mantenerse activo, ya que cualquier ejercicio que se
realice no debe provocar dolor ni riesgo de lesión.
0 Comentarios