Pruebe estos consejos diarios para ayudar a su familia a comer más sano con el tiempo.
Haz que comer nuevas frutas y verduras sea
divertido para los niños.
Cada semana, deje que su hijo
elija una nueva fruta o verdura y luego piensen juntos en cómo prepararla de
forma saludable.
Los cereales integrales son una buena opción.
Elige productos integrales
como el pan de trigo integral, el pan de centeno, el arroz integral, las
palomitas de maíz, la avena y los cereales integrales.
Algunas grasas son mejores que otras.
Utilice aceites vegetales
líquidos como el de canola, maíz, oliva, cártamo, sésamo y girasol en lugar de
mantequilla y grasas sólidas siempre que sea posible.
Ayude a sus hijos a aprender hábitos
saludables a una edad temprana que les beneficiarán durante toda la vida.
Sé un buen modelo, hazlo
divertido e involucra a toda la familia en el cambio de estilo de vida.
Lea las etiquetas de los alimentos.
Elija alimentos saludables que
contengan nutrientes como vitaminas, minerales y fibra, pero que sean bajos en
sodio, azúcares añadidos, grasas saturadas y grasas trans.
Cuando cocinas en casa, tienes más control.
Los ingredientes y el tamaño
de las porciones son abrumadores, así que intenta comer fuera más que en casa.
Para obtener excelentes recetas y consejos, visite heart.org/recipes.
Para los tentempiés, ten a mano fruta fresca y verduras cortadas o sin cortar.
Es más probable que su familia
elija frutas y verduras si ya están preparadas.
Consiéntase con pescado rico en ácidos grasos omega-3.
El pescado azul como el
salmón, la caballa, la trucha y el atún son buenas opciones.
Las verduras y las frutas son abundantes.
Son ricos en nutrientes y
fibra y suelen ser bajos en calorías y sodio. Los productos frescos, congelados
o enlatados pueden ser una opción saludable, pero comprueba las etiquetas de
los alimentos y elige con cuidado.
Utilice hierbas y especias frescas o secas.
O utilice mezclas de
condimentos sin sal en lugar de sal de mesa. Añada limones o limas frescas a
los alimentos cocinados para potenciar su sabor.
Lleva bocadillos saludables.
Empaque verduras y frutas
picadas en recipientes desechables para obtener bocadillos fáciles y saludables
sobre la marcha, sin azúcar ni sodio añadidos.
Prepara las verduras de forma saludable.
Para potenciar su sabor
natural, puede asarlas a la parrilla, al vapor o en el horno, por ejemplo.
Necesitan menos sal (o ninguna) y pueden convertir hasta al niño más
intolerante en un fanático de las verduras.
Dejemos que nuestro corazón nos guíe a la
hora de comprar alimentos.
Busque alimentos etiquetados
con el fiable logotipo "Heart Check" de la Asociación Americana del
Corazón para poder elegir con conocimiento de causa.
Prueba el agua con gas.
Té sin endulzar o bebidas sin
endulzar en lugar de limonada o té endulzado. Añade limón, lima o bayas a tu
bebida para hacerla más sabrosa. Vea nuestro vídeo "12 recetas de agua
infusionada".
Disfruta de la fruta como postre en tu
vida cotidiana y limita los postres tradicionales a las ocasiones especiales.
Pruebe los deliciosos batidos,
el parfait de bayas y yogur o las manzanas o peras asadas.
En lugar de comida frita.
Esto puede añadir un montón de
calorías extra y grasas poco saludables a tu dieta. Utiliza métodos de cocción
más saludables, con menos grasas sólidas o sin ellas, como la fritura, la
plancha, el horno o el vapor.
Cultiva frutas y verduras en tu propio huerto.
Los niños son más propensos a
probar cosas que ellos mismos cultivan.
Reserva un tiempo cada semana para planificar comidas saludables.
Guarde sus recetas, listas de
la compra y cupones en un solo lugar para facilitar la planificación y la
gestión de su presupuesto.
El tamaño de las porciones no siempre coincide con el tamaño de las comidas.
Compruebe el tamaño de la
porción y de la ración en cada envase, ya que puede parecer que una ración
típica equivale a dos o más raciones.
Pide a tus hijos que te ayuden en la
cocina.
Les entusiasmará más la comida
sana si ayudan a prepararla. Dales tareas apropiadas para su edad y mantén los
taburetes a su alcance.
Utiliza pescado y aves de corral
congelados o enlatados para hacer una comida rápida y fácil.
Elija opciones que se
conserven en agua y vigile el contenido de sodio.
Intenta preparar una comida sin carne a la
semana.
Considere la posibilidad de
hacer una lasaña de verduras o de preparar hamburguesas con hongos portobello.
Las verduras y las legumbres pueden añadir proteínas, fibra y otros nutrientes
a una comida.
Promover una dieta más saludable para los niños.
Insistir en hacer las mejores
elecciones nutricionales en las escuelas y guarderías. Póngase en contacto con
los funcionarios del gobierno y haga oír su voz.
Puede parecer difícil comer sano con un
presupuesto planificado.
Pero es posible. Muchas
frutas, verduras y legumbres (judías y guisantes) cuestan menos de un dólar por
ración.
Cuidado con el azúcar añadido.
Aportan calorías extra pero no
nutrientes beneficiosos. Las bebidas azucaradas y los refrescos son la
principal fuente de azúcar añadido para la mayoría de nosotros.
Tu plato debería ser un arco iris.
Una forma divertida y sabrosa
de asegurarse de que su familia reciba una variedad de frutas y verduras es
comer la mayor cantidad posible de frutas y verduras de diferentes colores cada
día.
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